Lenguaje de los lobos

Lenguaje de los lobos

Es conocido que el aullido de un lobo se puede escuchar desde muy lejos del sitio en el que se está produciendo exactamente. Este sonido constituye la marca registrada mediante la que estos animales son reconocidos a lo largo y ancho del planeta pero quizás no todos conozcan cuáles son las razones por las que un lobo aúlla, ni que esta acción encarna el lenguaje de la especie, entiendo al lenguaje como un sistema comunicativo mediante el que dos lobos pueden entenderse entre sí.

Aullido del lobo siberiano

¿Por qué aullán los lobos?

Al parecer, la principal razón de los aullidos responde a la necesidad muchas veces de identificar dónde está el resto de la manada a la que el ejemplar que emite el sonido pertenece, aunque también se ha demostrado que una manada puede aullar para advertir a otra sobre la posesión del territorio al que esta última pretende entrar.

Para que un aullido sea eficaz, un lobo tiene que doblar el cuello hacia arriba y de ahí es desde donde tal vez provenga la creencia de que la especie aúlla a la luna. Con la cabeza baja el aullido no es eficaz ni potente. Elevándola es como obtienen el característico volumen y es oportuno conocer que cada lobo tiene un sonido ligeramente diferente, por lo que cada miembro de la manada puede conocer quién reclama su atención, ya sea por necesidad de ayuda o muchas otras posibles razones, que solo ellos conocen.

Se ha podido constatar que una de esos razones puede ser la convocatoria para ir de cacería, la que de ser aceptada se traduce en un aullido al unísono de todos los que participarán en la actividad, como si se tratase de un mitin anímico.

Contrario a lo que muchos creen, el hecho de que un lobo aúlle durante el día no significa que estén rabiosos.Pueden emitir su sonido característico en cualquier momento del día, aunque en la noche es cuando son más activos. 

Gruñidos de los lobos

Ladrido de los lobo

El ladrido por su parte, es otro tipo de vocalización que los lobos pueden ejecutar como parte de su lenguaje. Por lo general, lo hacen dentro de la manada para tratar de conseguir algo mientras están en movimiento o para alertar que están en peligro y deben correr para huir de él o al menos ponerse en alerta. De igual forma, el ladrido puede ser una señal de que es hora de que manada se traslade a un área determinada.

En ocasiones el macho alfa ladra para llamar la atención de una hembra, lo cual, entre otras muchas funciones, constituyen acciones predefinidas y sociales del grupo, muestras de su estructura y organización.

Otro sonido integrante del lenguaje de los lobos son los gruñidos bajos, los que son usados frecuentemente por el macho alfa y la hembra beta para mantener a los otros miembros de la manada en orden.

Un ejemplo es cómo los lobos omega, la clasificación más baja en una manada, se unen para tratar de avanzar en grupo, y los gruñidos de sus superiores les recuerdan cuál es su sitio en la jerarquía y por tanto dónde es que deben alinearse.

Comunicación entre los lobos

Gruñidos

Los gruñidos además constituyen la vía mediante la que los lobos dentro de la manada muestran su agresión hacia los demás miembros, pero esto no es muy frecuente que lo hagan, ya que mayormente todos se llevan muy bien dentro del grupo.

Este mecanismo de su lenguaje les permite a los adultos advertir a los cachorros de que están haciendo algo inadecuado que no goza de su aprobación, como estar demasiado juguetones y poner en peligro la seguridad general de la manada.

Se ha comprobado que los lobos de mayor edad pueden participar junto a los jóvenes en juegos de gruñidos, con el único propósito de la diversión, lo que puede parecer una verdadera pelea para aquellos que no están entrenados en el reconocimiento de las dinámicas de los lobos.

Los gruñidos también pueden constituirse, junto a otros sonidos como ladridos de frecuencia y tonos específicos, en una serie de llamadas para reclamar la atención sobre cualquier otro miembro del grupo, como cuando se encuentra una fuente de alimento y se precisa de la ayuda de compañeros para obtenerla.

Otros sonidos reconocidos en la comunicación entre los lobos son los gemidos y gimoteos. Estos son a menudo formas empleadas por los cachorros más jóvenes para comunicarse con sus padres y otros miembros de la manada, pero muy pronto son adiestrados en el empleo de los tipos más eficaces de comunicación, con lo que la frecuencia de estos sonidos en el lenguaje disminuye abruptamente.